Vas caminando por el bosque y notas algo extraño: de un momento a otro el silencio del camino se ha empezado a convertir en un recital de sonidos que se acercan cada vez más a ti. Comienzas a ver múltiples formas de pequeños seres alados, que se mueven, revolotean y emiten todo tipo de llamados, cantos y que con una agilidad admirable se desplazan por la vegetación alimentándose de insectos, frutos y brotes.
¿Qué acaba de suceder? Lo que acabas de leer se conoce bajo el nombre de bandada mixta, un fenómeno bastante común en los bosques andinos y selvas del neotrópico. El día de hoy dedicaremos este artículo a revisar la información existente sobre este concepto y a contarte datos curiosos sobre investigaciones que se han realizado al respecto.
Contenido
¿Qué entendemos por bandadas mixtas de aves?
Una bandada mixta se define como un grupo de aves compuesto por dos o más especies, que se desplazan juntas y participan en la búsqueda de alimento. Si bien mencionamos al inicio que las bandadas mixtas son comunes en el neotrópico, este es un fenómeno que puede considerarse de escala mundial, aunque el tamaño y nivel de asociación entre las especies que forman las bandadas puede variar de región en región [5].
Las especies que se unen a bandadas mixtas en el neotrópico generalmente pertenecen a las familias Picidae (carpinteros), Thamnophilidae (hormigueros), tángaras (Thraupidae), reinitas y arañeros (Parulidae), gorriones (Passerellidae), o trepatroncos y rastrojeros (Furnariidae); aunque algunas especies puntuales de otras familias también pueden llegar a participar.
¿Por qué diferentes especies de aves querrían andar en grupo?
Existen principalmente dos hipótesis para explicar por qué se forman las bandadas mixtas, estas son:
Mayor eficiencia de forrajeo
Esta hipótesis sostiene que las especies pueden aumentar su eficiencia de alimentación al moverse en grupos. Por ejemplo, pueden aprovechar para capturar insectos que sean asustados por otras aves dentro de la misma bandada. Además, pueden encontrar con mayor facilidad árboles en fructificación o recursos que sean abundantes pero que requieran una inspección exhaustiva.
Menor riesgo de depredación
Por otro lado, se cree que andar en grupos puede ayudar a detectar depredadores mucho más fácilmente, al tener más ojos disponibles prestando atención al entorno. Además, puede incrementarse el efecto de confusión (la dificultad de un depredador para aislar a un solo individuo dentro de un grupo numeroso). Esta ventaja grupal puede disminuir el tiempo de vigilancia de cada individuo, pudiendo dedicarse con más «tranquilidad» a conseguir alimento, y aumentando por ende la tasa de forrajeo.
Sin embargo, unirse a una bandada mixta puede no necesariamente ser beneficioso para todas las especies que la conforman. Algunas especies de comportamiento social subordinado pueden verse afectadas por otras especies dominantes al unirse a bandadas mixtas, según un estudio realizado en Estados Unidos [4].
Estructura de una bandada mixta
Se reconocen dos tipos de roles principales en una bandada mixta:
Especies nucleares
Son especies que inician y/o participan más activamente en las bandadas mixtas. Estas se dividen en especies líderes y especies acompañantes. Las especies líderes suelen tener comportamientos de cría cooperativa, lo que podría explicar su a formar grupos. Además, los sistemas complejos de comunicación (como llamados de alarma) que presentan estas especies pueden facilitar la defensa antidepredación. Las especies centinela, por su parte, tienen por lo general afinidad a percharse en lugares altos, donde capturan insectos al vuelo. Esta posición les permite tener un mayor campo de visión para alertar sobre posibles depredadores.
Especies satélite
Estas especies se unen a las bandadas mixtas pero no deciden el rumbo que estas llevan, ni ayudan a vigilar ante posibles depredadores. Estas especies se aprovechan de los sistemas de alarma de las especies nucleares para disminuir el tiempo invertido en vigilancia, lo que deriva en un incremento en su tasa de forrajeo.
Estudios sobre bandadas mixtas de aves en Colombia
Son varios los estudios que han abordado preguntas acerca de bandadas mixtas en Colombia. Bohórquez en el año 2003 [3] estudió la composición y variación anual de las bandadas mixtas presentes en La Planada, Nariño, registrando en total 71 especies que participaron en bandadas mixtas durante todo el año.
El grupo con mayor representación en las bandadas fue la subfamilia Thraupinae, y se destacó a la especie Chlorospingus semifuscus como la más común en bandadas mixtas, asignándosele la categoría de especie nuclear. También se menciona que las bandadas mixtas fueron menos frecuentes durante temporadas reproductivas.
Otro estudio, realizado en 2011 [2], analizó los patrones de actividad y composición de especies en la cordillera Central de Colombia. Los resultados muestran un total de 71 especies participando en bandadas mixtas, con un mínimo de 4 y un máximo de 21 para cada bandada.
Los autores reportaron la incorporación de una especie de ardilla a una bandada mixta, así como el ataque de un carriquí de montaña (Cyanocorax yncas), ante el cual las especies participantes de la bandada respondieron con llamados cortos mientras se mantenían inmóviles, comportamiento aparentemente utilizado para distraer al depredador al emitir sonidos desde muchas posiciones de manera simultánea.
Un último trabajo que queremos mencionar, para no hacer excesivamente largo este artículo, es el realizado por Acosta en 2016 [1], en el que se analizó la composición y estructura de bandadas mixtas en el PNN Chingaza, encontrando 3 tipos de bandadas: dosel, sotobosque y combinadas, siendo estas últimas las más abundantes.
Referencias
Ver Referencias[1] Acosta Vergara, J. M. (2016). Composición y estructura de bandadas mixtas de aves en bosque altoandino en la región de Palacio, Chingaza. Tesis de Grado. Pontificia Universidad Javeriana. Accesible aquí.
[2] Arbeláez-Cortés, E., Rodríguez-Correa, H. A., & Restrepo-Chica, M. (2011). Mixed bird flocks: Patterns of activity and species composition in a region of the Central Andes of Colombia. Revista mexicana de biodiversidad, 82(2), 639-651.
[3] Bohórquez, C. I. (2003). Mixed-species bird flocks in a montane cloud forest of Colombia. Ornitologia Neotropical, 14, 67-78.
[4] Cimprich, D. A., & Grubb Jr, T. C. (1994). Consequences for Carolina chickadees of foraging with tufted titmice in winter. Ecology, 75(6), 1615-1625.
[5] Sridhar, H., Beauchamp, G., & Shanker, K. (2009). Why do birds participate in mixed-species foraging flocks? A large-scale synthesis. Animal Behaviour, 78(2), 337-347.