Por: julianbiol
Muy buenas a todos, espero que se encuentren muy bien. Hoy quería reanimarlos con un post que quizá pueda llamar la atención de algunos (principalmente campesinos y trabajadores del campo, espero).
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¿Por qué sabemos más de unos insectos que de otros?
Muchos de ustedes pueden haberse preguntado en algún momento por qué pareciera que conocemos unos insectos más que otros, y es que, hay dos factores bastante influyentes: el grupo que nos gusta (en mi caso varios) y qué tanto conocimiento previo hay, y hoy me quiero enfocar en la segunda parte.
Resulta que se saben muchas cosas algunos de los insectos que nos rodean, y esto es porque suelen afectar a los cultivos agrícolas (en muchos casos ignorando a los que hacen “bien”), ya sea comiéndose partes de las plántulas (raíz, hoja o incluso cotiledones), el fruto o bien sea matando por completo el vegetal. Sin embargo, esto no es “culpa” de ellos, de la misma forma en que no es culpa nuestra que los niños se amamanten cuando nacen, solo son caminos evolutivos, que, en el caso de esos insectos, no nos gustan.
Las polillas perforadoras de frutas
Así pues, les presento hoy a las polillas del género Eudocima, las cuales son unas polillas grandes, robustas, coloridas y bonitas, una belleza de animalitos, pero que son odiadas o temidas por algunos sectores económicos. Y es que estas polillas, al igual que algunas otras de lo que antes era la subfamilia Catocalinae (que ahora supuestamente son de la subfamilia Calpinae), tienen la proboscis (la espiritrompa, el tubito ese enrollado que tienen la mayoría de lepidópteros) esclerotizada o endurecida, lo que les ayuda en condiciones normales a alimentarse de frutos del bosque, bien sea recién caídos o aún en la planta.
Hasta aquí todo bien, ¿cierto?, pero como en el mundo nada es perfecto, aquí viene el meollo del asunto: resulta que también les terminaron gustando algunos cultivos, en el caso colombiano los de cítricos (estos bichos, las Eudocimas, tienen distribución en todo el trópico, lo que los más refinados llamarán “Pantropical”); y es que resulta que los cítricos, a diferencia de esas bellas polillas, no son nativos.
¿De dónde provienen los cítricos?
La mayoría de los cítricos modernos son productos del cultivo de algunas especies originarias de Asia tropical y subtropical, que gracias a que a los habitantes de esas zonas les parecieron “sabrosos”, empezaron a cultivarlos y seleccionarlos para tener las variedades, híbridos y especies que tenemos hoy en día. En nuestro caso Latinoamericano, no se sabe bien quién fue el primero en traer cítricos, pero se sabe que llegaron alrededor del siglo XV y XVI, con nuestros tátara (mucha tátara) abuelos españoles, que querían traer de todo lo que conocían a ver qué crecía y de qué se podían alimentar, algo así como la abuelita o el amigo que echa todas las semillas que le sobran de la cocina a una sola matera a ver cuál crece.
¿Cuál es el impacto de estas polillas?
Pero bueno, sin desviarme más del tema, resulta que, como ya mencioné, estas polillas al tener sus probóscides endurecidas pueden perforar los cítricos aún unidos al árbol, lo que hace que se caigan en muchos casos, o que se pudran o malogren en otros, ocasionando pérdidas millonarias, y es que estos bichos parecen tener picos poblacionales, donde hay demasiados adultos hambrientos de comida y sexo.
En resumidas cuentas, imaginen miles de polillas que pueden dañar cítricos e imaginen que ustedes tienen un cultivo de naranjas del que esperan poder sacar una pequeña o gran ganancia, para poder seguir subsistiendo o mandar a sus muchachos a la universidad-colegio; parece una pésima combinación.
Debido a esto, conocemos relativamente bien estos bichos y se trata de exterminarlos cuando aparecen en los cultivos, para evitar pérdidas.
¿Qué esperamos a futuro con estas polillas?
Por último, es muy importante resaltar que se les ha encontrado fuera de sus rangos normales de distribución debido a la deforestación y pérdida de su hábitat, lo que obliga a que tengan que buscar nuevas fuentes alimenticias para los adultos y/o crías, lo que podría llevar a que en el futuro miles de polillas hambrientas (producto de la deforestación) sean exterminadas por quererse alimentar. Sería como matar a la gente por tener hambre… Es un dilema ético interesante (vida de las polillas o ganancias del hombre), pero ya me extendí demasiado.
No siendo más, un saludo para todos, espero se encuentre bien, si no, pueden escribirme sin pena, y les dejo las referencias en que me basé:
Referencias
Ver Referencias[1] Patiño, V. M. (1969). Plantas cultivadas y animales domésticos en América Equinoccial, Vol. IV (No. C041. 052). El autor.
[2] Rodríguez, J. M. M., Rojas, H. D., & Bohórquez, N. C. V. (2018). Primer registro de polillas perforadoras de frutos (Lepidoptera: Erebidae) de Colombia. Revista Colombiana de Entomología, 44(1), 116-119.
[3] Vargas-Fonseca, S., Correa-Carmona, Y., Montes-Rodríguez, J. M., Calero-Mejía, H., & Zilli, A. (2020). Synopsis of fruit-piercing moths of the genus Eudocima (Lepidoptera, Erebidae) from Colombia. ZooKeys, 953, 85.
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