Si alguna vez en tus salidas a pajarear has intentado identificar las aves por su sonido, pero te has quedado en las mismas; o si sientes que todas las aves suenan igual, aquí van algunos consejos y herramientas que pueden ser útiles para adentrarte en el interesante mundo de la bioacústica de aves.
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Pajareando con el oído en campo
Algunos pajareros han desarrollado tanto su capacidad auditiva que pueden sentarse en el bosque, cerrar los ojos y aún así saber qué especies andan por ahí, tal vez incluso con una precisión y eficiencia mayor que si usaran los ojos. Un caso muy especial es el de Juan Pablo Culasso, que a pesar de padecer ceguera tiene un oído excepcional, que le permite diferenciar las especies y sus sutiles variaciones sin ningún problema.
Si le preguntas a algún pajarero cómo logra diferenciar las aves por su sonido, seguramente dirá que cada ave tiene por así decirlo una huella digital en lo que a canto se refiere: una secuencia específica de notas que la hace inconfundible y que el cerebro aprende a detectar. Sin embargo, para alguien que apenas está empezando en el mundo de las aves, la cantidad de sonidos puede llegar a ser abrumadora.
Consejos para mayor agudeza auditiva
El primer consejo, como en casi todo, es la paciencia y la constancia. Es bastante útil descomponer los sonidos de las aves y analizar ciertas propiedades. Conceptos como la frecuencia, el tono y estructura del canto son determinantes a la hora de identificar muchas especies.
Lo segundo es centrar la atención en el fondo. Esto puede ser algo difícil de explicar, pero el ser humano tiene la capacidad de modificar el centro de atención de lo que escucha. Al centrarte en el fondo estarás predispuesto a captar más sonidos y sus sutiles diferencias.
Otro truco muy útil consiste en colocar ambas manos atrás de las orejas, como si de una antena amplifiadora se tratara. Aunque no lo parezca, esto permite oir sonidos débiles, al tiempo que condiciona al cerebro a los impulsos auditivos.
Si has puesto en práctica los consejos anteriores, pero por alguna razón te sigue resultando difícil reconocer a las aves por su sonido, no te preocupes, es algo normal. Algunas personas tienen mayor facilidad para memorizar y reconocer patrones, pero si te resulta difícil, no todo está perdido, porque se pueden usar estrategias para desarrollar la capacidad auditiva.
Algo muy útil es tomar la costumbre de grabar y visualizar sonidos de aves. Esto condiciona al cerebro y por medio de la repetición comienza a reconocer diferencias donde antes no podía. Si no sabes muy bien cómo grabar o visualizar los cantos, a continuación te explicamos:
Grabando sonidos de aves
Existen micrófonos y sistemas de grabación muy sofisticados, que sin duda brindan una calidad superior, pero estos son costosos y poco accesibles para muchos. Afortunadamente, hoy en día los smartphones e incluso las cámaras tienen buenos micrófonos, que configurados correctamente pueden servir para grabar sin problema.
Una aplicación que recomendamos es RecForge II, aunque en general, cualquier aplicación que grabe en formato .wav sirve para esto. ¿Por qué usar .wav? La respuesta es que otros formatos como .mp3 comprimen el audio, haciendo que se produzca una pérdida de calidad.
Algo bastante útil de RecForge es que permite ajustar la ganancia de decibeles, permitiendo capturar sonidos débiles si es necesario, pero aumentando también el ruido de fondo.
Al grabar el canto de un ave es importante mantener el silencio y registrar durante un tiempo prudente, para saber si hay alguna variación en el canto que brinde información adicional sobre la especie.
¿Cómo visualizar los audios grabados?
Hay muchas herramientas para el análisis sonoro, como paquetes de R o sofwares como Raven. Sin embargo, aprenderemos a usar un programa muy sencillo y que además es de código abierto. Su nombre es Audacity y lo puedes descargar de forma gratuita aquí. Una vez instalado, aparecerá este espacio de trabajo:
Lo siguiente es arrastrar el audio que queramos analizar a cualquier parte del espacio gris. Luego de haber hecho esto, se verá de la siguiente manera:
Como lo que queremos es observar el espectrograma, damos clic en la pestaña negra de la izquierda (círculo rojo) -> Espectrograma. Luego de esto ya se puede analizar de forma gráfica el audio, representado por el cajón de tonos azules y rojizos. Para que el sonograma sea más agradable a la vista se pueden cambiar sus colores, dando clic en la misma pestaña, luego en «Configuración del espectrograma», señalando la casilla «Escala de grises» y dando clic en «Aceptar»
Por fin tenemos nuestro sonograma, pero ¿Cómo se interpreta?. El eje X representa el tiempo, mientras que el eje Y representa la frecuencia de la onda en kHz (kilohertz). De manera práctica, a medida que la frecuencia aumenta, los sonidos se vuelven más agudos.
Considerando lo anterior, ya podemos analizar gráficamente el audio. En nuestro caso, se trata de un llamado de atrapamoscas verdoso (Empidonax virescens). Del gráfico observa que el canto va desde los 3000 Hz hasta unos 6500 Hz, que su estructura es una nota corta que asciende y desciende rápidamente mientras pierde intensidad al final, y que se repite cada 1 segundo y un poco más.
El uso de esta herramienta es bastante útil a la hora de comparar sonidos de distintas especies, ya que se pueden añadir varios cantos y visualizarlos simultáneamente. Otra opción para obtener sonogramas es usar plataformas como xeno-canto o eBird. En especial la interfaz que muestra el último es bastante informativa, como veremos a continuación.
Ya que sabemos qué es un sonograma y cómo obtenerlo, haremos unos cuantos ejercicios de práctica, con el fin de encontrar diferencias en la estructura y frecuencia de los cantos. Comenzaremos por dos especies de hormigueros, el batará carcajada (Thamnophilus multistriatus) y el batará mayor (Taraba major):
Puedes notar cómo la frecuencia y el tono en ambos cantos varía considerablemente, quedando mucho más claras sus diferencias de manera gráfica.
Ahora subiremos un poco más la dificultad, con dos especies de ponchitos: Grallaricula cucullata y Grallaricula flavirostris.
En este caso las diferencias son un poco más difíciles de notar, pero el canto de Grallaricula cucullata es levemente más agudo y de mayor duración que el de Grallaricula flavirostris. Lo anterior, por supuesto, puede ser difícil de notar en campo, por eso es siempre útil llevar a la mano algo con qué grabar.
Mantener el beneficio de la duda
A medida que se adquiere experiencia en el mundo de las aves, se descubren errores o sesgos que cualquiera puede tener. En muchas ocasiones el cerebro trata de asociar cantos levemente distintos a cosas que ya conoce, cuando pueden ser en realidad de otras especies. Para evitar esto, siempre es bueno tener una actitud crítica y la mente abierta a otras posibilidades.
Muchas aves pueden tener variaciones regionales en sus cantos, y encontrarse con juveniles que apenas están afinando es algo más común de lo que parece. Otro consejo es tratar de usar cantos de referencia que hayan sido grabados cerca de la localidad donde queremos pajarear.
Como último ejemplo miraremos un par de especies que pueden coincidir en una misma región durante la temporada de migración boreal, y pueden prestarse para confusiones. Se trata del atrapamoscas verdoso (Empidonax virescens) y el mosquerito adornado (Myiotriccus ornatus).
Si bien el sonido que emite M. ornatus es levemente más largo, la similitud entre ambos puede llevar a confusiones, demostrando por qué es tan importante ser cauteloso y no dejarse llevar por la inmediatez.
En resumen:
- Practica mucho. Siempre hay algo por aprender a la hora de pajarear, y la capacidad auditiva es algo que debe entrenarse constantemente.
- Apóyate en herramientas visuales. Estamos en la era de la tecnología y hay una gran variedad de programas para aprender.
- Desconfía de tu cerebro. A veces podemos caer en errores, pero es algo normal en el proceso de aprendizaje.
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