Expedición a la Laguna El Dorado, en Saladoblanco – Huila

Laguna El Dorado, Saladoblanco, Huila.

La vereda El Palmar en el municipio de Saladoblanco, Huila tiene un mágico lugar en lo que fuera el cráter de un antiguo volcán. Hasta este paraje de la cordillera Central colombiana llegamos en el año 2018, gracias a la invitación del grupo Antawara. Esta fue nuestra experiencia:

El viaje empezó el 18 de junio. Ese día salimos desde el municipio de La Argentina, Huila, con los integrantes de Antawara hacia Saladoblanco, más específicamente hasta Morelia, una población conocida por sus aguas termales que emanan de las laderas del Parque Nacional Natural Puracé. Luego de un viaje de aproximadamente 5 horas, llegamos al parque de esta localidad, donde muy amablemente fuimos recibidos por la comunidad y algunos líderes e integrantes del proyecto «Morelia Ecoturístico».

Parque de Morelia, Saladoblanco - Huila
Parque de Morelia, Saladoblanco – Huila.

Luego de preparar y descargar lo necesario, empezamos el recorrido previsto para el día. El objetivo era llegar a la laguna El Dorado, también llamada «Laguna Encantada», ubicada en la cima de un pequeño cerro de la vereda El Palmar. Para esto recorrimos un extenso tramo de potreros con árboles dispersos, humedales y cañadas, en una especie de valle rodeado por laderas boscosas.

Cabaña abandonada en la vereda El Palmar, Saladoblanco, Huila. Al fondo los bosques del PNN Puracé.
Cabaña abandonada en la vereda El Palmar, Saladoblanco, Huila. Al fondo los bosques del PNN Puracé. 📷: Sebastián Berrío

Mientras caminábamos fue posible observar ocasionalmente algunas aves como los coquitos (Phimosus infuscatus), que cruzaban los potreros en busca de pastizales inundados, o el chirlobirlo (Sturnella magna), bastante común en pastizales secos.

Chirlobirlo (Sturnella magna) / Eastern Meadowlark. 📷: Sebastián Berrío
Chirlobirlo (Sturnella magna) / Eastern Meadowlark. 📷: Sebastián Berrío

A eso del medio día entramos al bosque, en un sendero empinado, hongos, plantas de familias como Gesneriaceae, Campanulaceae y Ericaceae. El sendero tenía además huellas de venados, que según los lugareños son comunes en este lugar.

Laguna El Dorado

A eso de la 1 de la tarde llegamos a la laguna, un espejo de agua de profundidad irregular, rodeado por musgos, turberas y bromelias, y más externamente encerrado por un círculo de bosque nativo. Como muchas lagunas de Colombia, esta ha sido víctima del mito de «El Dorado», por lo que a lo largo historia, los campesinos han tratado de secarla para encontrar las supuestas riquezas que alberga. Esta laguna parece ser el vestigio de un cono volcánico de tamaño mediano.

  • Gran parte de la laguna El Dorado está cubierta por una espesa capa de bromelias. 📷: Sebastián Berrrío
  • Laguna El Dorado, en Saladoblanco, Huila. 📷: Sebastián Berrío
  • La laguna El Dorado está rodeada por gran variedad de plantas, como esta Epidendrum sp. 📷: Sebastián Berrío

Luego de visitar la laguna, comenzamos el descenso hacia Morelia. Durante el recorrido pudimos registrar más especies de aves, como el carpintero carmesí (Colaptes rivolii) o la titira enmascarada (Tityra semifasciata) conocida localmente como Algodonero.

  • Carpintero carmesí (Colaptes rivolii) / Crimson-mantled Woodpecker. 📷: Sebastián Berrío
  • Algodonero (Tityra semifasciata). 📷: Sebastián Berrío

Luego de llegar a Morelia, junto con Antawara realizamos un pequeño taller con la comunidad, donde se habló de temas como diversidad de aves, mamíferos y sensibilización sobre serpientes y manejo de accidentes ofídicos. Este taller se realizó con apoyo de la CAM y tuvo como participantes a niños, jóvenes y adultos de la región, quienes participaron activamente planteando sus dudas y contando anécdotas con la fauna.

El biólogo Andrés Robles, integrante de Antawara, hablando con la comunidad de Morelia sobre manejo de accidente ofídico
El biólogo Andrés Robles, integrante de Antawara, hablando con la comunidad de Morelia sobre manejo de accidentes ofídicos

El día terminó compartiendo con la comunidad en los Termales de Morelia, y observando la gran diversidad de lepidópteros nocturnos que llegaban a las luces del alumbrado público.

Realización de mural sobre biodiversidad

Al día siguiente, el grupo Antawara realizó un mural en conjunto con Morelia Ecoturistico. El lugar escogido fue un muro de la escuela de Morelia, donde se plasmó la riqueza biológica de esta zona, representada en especies como el gallito de roca (Rupicola peruvianus), carpintero carmesí (Colaptes rivolii), la danta de montaña (Tapirus pinchaque) y la palma de cera (Ceroxylon ventricosum).

Mural realizado en la escuela de Morelia por el grupo Antawara con apoyo de la CAM
Mural realizado en la escuela de Morelia por el grupo Antawara con apoyo de la CAM

Durante la mañana también aprovechamos para registrar la biodiversidad de las zonas aledañas a la escuela de Morelia, encontrando mariposas como Altinote stratonice y aves como la soledad (Piaya cayana), el canario criollo (Sicalis flaveola) o el atrapamoscas cejiamarillo (Zimmerius chrysops).

De esta forma terminamos este corto viaje a esta vereda de Saladoblanco, Huila, donde pudimos aprender, enseñar y compartir con la comunidad, llevando la semilla de la conservación a lugares tan especiales como este.

Agradecimientos a Claudia Janeth Mosquera, Andrés Robles, Maria Luisa Castillo, Cristian Quijano, Stephanía Correa, Roderik Daza, Ricardo Acq y demás miembros de Antawara y Morelia Ecoturístico por su invitación y por todo lo aprendido.

Comparte:

Deja un comentario